Fin del auge agroalimentario latinoamericano

Por segundo año consecutivo las exportaciones y las importaciones agroalimentarias en Latinoamérica se ven reflejadas con saldos negativos y con una tendencia que se mantendrá, según estima la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
Pese a que la balanza comercial es positiva al exportar más de lo que adquiere la región, en los últimos dos años se redujo a una tasa promedio de 3,5% anual.
Esta caída es afectada principalmente por Argentina y Brasil, los principales países exportadores en el rubro, que abarcan más de la mitad de la producción regional y que tienen una cifra inferior a la del año anterior de 8% y 10%, respectivamente. Caso contrario es el de México, quien además de completar este podio de naciones más exportadoras, aumentó en relación con el periodo precedente, no depende de las exportaciones y se ve directamente influenciado por el nuevo crecimiento de la economía de Estados Unidos. Sobre las causas que provocaron la reducción de exportación de agroalimentos en Argentina y Brasil, FAO considera que es una consecuencia de la caída de los precios de los productos básicos y menor demanda global de dichos productos.
Al respecto de este tema, el Banco Mundial concuerda con la FAO y considera el decaimiento económico en Latinoamérica y Caribe en aproximadamente 0,9%, causado por el «fin del auge de las materias primas» y la estrepitosa baja de los precios de los commodities provocado en parte por el freno del consumo en China, según revela un reciente informe del organismo.
Así, se prolonga a 5 años la reducción del envión de la economía regional y se estira a dos años la contracción, argumentado por el Banco Mundial en un comunicado de prensa en el que alertan sobre la repercusión de la situación de los commodities y la consecuencia de una mala administración de los gobiernos latinoamericanos en ese periodo floreciente que es parte del pasado reciente. Por este motivo, desde la ONU se hacen eco y declaran que «el documento del Banco Mundial recomienda a los países exportadores a hacer más hincapié en el desarrollo de capacidades y la eliminación de obstáculos a la actividad económica, como una infraestructura inadecuada y leyes laborales o financieras inflexibles».