Hablemos de autismo

Desde el año 2007, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) designó al 2 de abril como el Día Mundial de la Concientización sobre el Autismo para difundir actividades relacionadas con la detección precoz y la intervención temprana.

Todos escuchamos hablar de autismo, trastorno del espectro autista (TEA), TGD, Asperger y otras denominaciones comunes, pero qué es, cómo se identifican los signos, cómo se llega al diagnóstico.

El autismo afecta a la manera de relacionarse de una persona con las otras y su percepción de la sociedad. Las personas con trastornos del espectro autista se caracterizan por tener intereses reducidos, inflexibilidad cognitiva, reacciones poco habituales a los estímulos, entre otras particularidades, pero lo más importante es saber que cada persona es única y tiene sus propias características.

Los tratamientos que se recomiendan realizar son variados a fin de abarcar todas las áreas a desarrollar para que pueda lograr alcanzar su máximo potencial. Estos incluyen terapia ocupacional, fonoaudiología, psicología, psicopedagogía, musicoterapia y, muchas veces, también es necesario la inserción de un médico psiquiatra al equipo tratante, lo que no implica la toma de medicación necesariamente, sino que puede dar otra mirada sobre la situación que se está viviendo.

En general, el diagnóstico llega luego de recorrer varios especialistas, siendo el médico pediatra el primero en ser consultado y quien debe estar atento a los comentarios de la familia para poder realizar la derivación a los profesionales indicados para realizar la evaluación especifica que lo diagnostica.

Las primeras señales de que algo está sucediendo son las dificultades de relación con el entorno, muchas veces acompañadas de retraso en el lenguaje y de la adquisición de los primeros aprendizajes. En algunas ocasiones se asocia también a otros síntomas como la hiperactividad, dificultad para dormir, autolesiones, etcétera, lo cual no es condición para que la persona sea diagnosticada con TEA. El nivel intelectual varía y no es algo que defina la condición.

El diagnóstico temprano es importante a fin determinar el pronóstico y la evolución. Cuanta mayor sea la estimulación al recibir el diagnóstico, más favorable será su desarrollo.

Al respecto del tema, cabe recordar que, en Argentina, la Ley 27.044 establece la obligación de las obras sociales a cubrir los diagnósticos y tratamientos necesarios.

Los adultos con TEA pueden llegar a tener una vida autónoma, trabajo, estudios de diversos grados, dependiendo de la severidad y particularidades del caso. Un ejemplo de esto es Alamesa, el primer restaurante de nuestro país donde trabajan 40 personas con neurodiversidad, lo cual incluye al autismo, y que se encarga de darle a estas personas no solo trabajo sino un lugar de socialización, integración y un modo de vida. Se encuentra ubicado en Maure 1.643 en la Ciudad de Buenos Aires y abre sus puertas de miércoles a domingo de 12 a 15 horas.

Si tenés dudas de que un familiar o vos presentás signos de TEA, no dudes en consultar a un profesional, ya que nunca es tarde para obtener el diagnóstico y comenzar a entender-te.