Metas escritas, metas cumplidas

«Cuando escribes tus ideas, automáticamente centras toda tu atención en ellas. Pocos de nosotros somos capaces de escribir un pensamiento y pensar en otro al mismo tiempo. Por lo tanto, un lápiz y un papel son excelentes herramientas de concentración», nos reveló Michael Leboeuf.

Sabemos la importancia de establecer metas, pero la mayoría de las veces no son medibles ni están claramente definidas. Escuchás a la gente decir cosas como «quiero perder peso», aunque este es un objetivo que puede definirse claramente si agregás cosas como «quiero perder peso comiendo sano y haciendo ejercicio». Cuando comparás ambas afirmaciones, la primera solo establece lo que pretendés hacer, pero la segunda indica lo que pretendés y cómo lo vas a lograr.

Las personas que escriben sus metas tienen más probabilidades de lograrlo que las que no lo hacen.

En 1953 se realizó una encuesta a un conjunto de estudiantes de la Universidad de Yale, en la que se incluían las siguiente preguntas: ¿Definiste tus metas? ¿Las escribiste? ¿Tenés algún plan para lograrlas? Un 84% de los estudiantes no tenía definida ninguna, un 13% sí las tenía pero no las había escrito y un 3% las había escrito y tenía un plan de acción.

En 1973, 20 años más tarde, se comprobó el progreso que habían hecho aquellos alumnos, y las diferencias resultaron asombrosas. El grupo del 13% que tenía objetivos definidos aunque no escritos tenía el doble de ingresos, de media, que el grupo del 84% que aseguraba no tener metas. Pero lo más increíble fue que el grupo del 3% que había escrito sus objetivos estaba ganando, de media, diez veces más que el 97% restante.

La mayoría de las personas no se molestan en escribir sus metas y, en lugar de eso, vagan por la vida preguntándose por qué sus planes nunca funcionan. Esto se debe al hecho de que no entienden la importancia de las metas escritas. El «secreto» para alcanzar tus objetivos en la vida consiste en escribirlos de manera clara.

Sirve como recordatorio

Escribir tus objetivos te va a ayudar a recordar lo que estás tratando de lograr. Cuántas veces nos olvidamos de tantas buenas ideas que tenemos en algún momento sin siquiera darnos cuenta y ellas desaparecen tan pronto como aparecen en nuestras mentes.

«Escribe los pensamientos del momento. Aquellos que vienen sin ser buscados son comúnmente los más valiosos», aseguró Francis Bacon.

Una forma de ayudar a mantener esto bajo control es anotar tus ideas tan pronto como surjan en tu mente. Cuando ves las metas que escribiste te vas a recordar inmediatamente de los objetivos que querés conseguir. Cuando tenemos algo que nos recuerda lo que planeamos obtener, es más probable que lo hagamos.

Si comenzás a ponerlo en práctica, algo va a cambiar.

Es una forma de hacer realidad tu visión

Nuestras ideas van a permanecer estancadas en nuestras mentes hasta que las escribamos y nos comprometamos para lograrlas. La mayoría de las personas tienen visiones elevadas para sus vidas, pero mientras no las pongan por escrito, se arriesgan a no lograr sus objetivos.

Le das más importancia a tus metas

Una cosa en la que muchos escritores exitosos en el ámbito de la superación personal (como Anthony Robbins, Brian Tracy o Zig Ziglar) siguen y siguen hablando es sobre la importancia de tener metas escritas.

Al escribir tus metas vas a poder encontrar nuevas perspectivas que aporten más claridad y enfoque a tu objetivo y a tu vida. También va a hacer que tu meta cobre mayor importancia, además de darte una dirección clara a la que tenés que apuntar.

Un objetivo escrito también es un poderoso recordatorio que se puede usar para mantenerse en el camino correcto cuando sientas estrés y caigas en la tentación de considerar tomar decisiones apresuradas. Por supuesto que hay muchas más herramientas para seguir desarrollando, pero comenzá aplicando estas y más pronto de lo que crees vas a notar resultados.