Plástico hasta en las nubes

La presencia de microplásticos en peces ya no es novedad (en 2017 se investigó y se confirmó que 25% de los pescados en mercados en Indonesia y California, Estados Unidos, contenían plásticos y fibras textiles). Tampoco que ingresan diariamente micro partículas en el cuerpo humano. Quizás sorprenda saber que los exfoliantes para la piel están conformados por plástico y hasta el agua potable de la canilla en todo el mundo.

Aproximadamente, entre 60 y 80% de la basura marina es plástico, y anualmente 12 millones de toneladas de este termina en los océanos.

Lo más reciente que pudo conocerse acerca de esta problemática global es que científicos japoneses confirmaron la presencia de microplásticos en las nubes. Además, esto influye en la formación de cúmulos que, «eventualmente, puede afectar al clima en general», comunicaron desde la Universidad de Waseda, que tomaron muestras en lo más alto del emblemático Monte Fuji y Oyama, a un par de miles de metros de altura sobre el nivel del mar.

Al respecto de los componentes hallados por Hiroshi Okochi y su equipo de investigadores, entre estos se detectó caucho y ocho tipos diferentes de polímeros, de entre 7,1 y 94,6 micrómetros de tamaño. «La acumulación de microplásticos en la atmósfera, especialmente en las regiones polares, puede llevar a cambios significativos en el balance ecológico del planeta, provocando una grave pérdida de biodiversidad», detallaron, y los microplásticos en la atmósfera reciben radiación ultravioleta, «y esta degradación libera gases de efecto invernadero y contribuye al calentamiento global».

«Si el asunto de la contaminación del aire por plásticos no se aborda de manera proactiva, el cambio climático y los riesgos ecológicos pueden convertirse en una realidad, causando daños ambientales graves e irreversibles en el futuro», advirtió Okochi.