Tips para un «glam» urbano

El glam urbano

En mi nota anterior escribí sobre cómo las características de la contemporaneidad influyen en nuestra toma de decisiones al momento de vestirnos. Entre ellas, incluí el acceso a la información, las crisis económicas y los cambios de paradigma en cuanto a la concepción de la identidad de género. Sin embargo, no puntualicé nada respecto al manejo de nuestra presentación personal más allá de la ropa, es decir, el cabello, la piel, el maquillaje, el uso de los perfumes y otras cosas que también ayudan a componer looks específicos por lo que, en esta oportunidad, reflexionaré sobre el tema. Además, daré algunas recomendaciones para que el trabajo que significa construir nuestra imagen pueda ser sostenido en el tiempo, a pesar del vertiginoso ritmo de vida que todos llevamos.

La actividad física

No adaptes tu vida al ejercicio, que el entrenamiento se adapte a tu estilo de vida y a tu tiempo. Porque, de lo contrario, es muy probable que traces objetivos irreales que terminen arrastrándote.

Creo que uno de los mejores incentivos para entrenar (cualquiera que sea la actividad), más allá de los resultados físicos, es la mentalidad que se va desarrollando y fortaleciendo con el tiempo, ya que la responsabilidad y el compromiso personal que se necesita para empezar nos ayudarán a trabajar de igual forma la constancia, la disciplina y nuestra capacidad organizativa. Algo que podremos transpolar a otros aspectos de nuestra vida para convertirnos en las personas que deseamos ser.

Por otra parte, el ejercicio también está asociado a una serie de beneficios como mejorar el estado de ánimo, la concentración y la imaginación.

Entonces, en pocas palabras, hacer ejercicio es una estrategia que, al igual que la meditación -tal y como lo afirma David Lynch en su libro «Atrapa al Pez Dorado: meditación, conciencia y creatividad», 2006.)- fomenta la creatividad. Algo indispensable para construir eso que se denomina glamour. Es decir, una especie de hechizo creado a partir de artificios.

Quizás haga falta un pequeño inciso

La palabra glamour viene de la expresión «grammar», que era utilizada por los pueblos anglosajones aproximadamente en el Siglo XVII para referirse a los sabios practicantes del ocultismo y las artes mágicas. Con el tiempo su uso fue variando y pasó a ser el nombre de un tipo de conjuro que alteraba la percepción de la realidad. A principios del Siglo XIX se usaba para hacer referencia a la ilusión romántica de la belleza y de un estilo de vida elegante.

Nota: no es mi interés incentivar la «elegancia» ni lo aparente, solo la creatividad y una búsqueda personal que dé como resultado diferentes propuestas de belleza. Ahora sí, continuemos.

La piel

Con respecto a este tema, el primer consejo que te puedo dar es que siempre recurras a un especialista para saber cómo tratar cualquier situación en tu piel. Sin embargo, seguramente hay una cosa básica con la que cualquier dermatólogo estará de acuerdo: el uso del protector solar. Es la principal herramienta para prevenir manchas, irritaciones, arrugas y enfermedades tópicas.

A veces resulta difícil invertir tiempo en esto, pero es fundamental. Si tu problema para aplicarlo en las mañanas, antes de salir de casa, es que siempre estás corriendo, llevá un envase pequeño con vos a todas partes. El protector es una crema que te podés colocar en el elevador, el auto o en el baño del laburo si no fue posible hacerlo antes. Seguramente no lo hagas absolutamente todos los días, a mí también me pasa, pero procurar aplicarlo es prioritario.

El maquillaje

Estas fórmulas “mágicas” te pueden ayudar a resaltar los aspectos que más te gustan de tu rostro pero, sobre todo, lo considero un recurso casi lúdico, y jugar es algo que a la mayoría nos gusta, porque conectamos con otra realidad y nuestra imaginación. No hay que ser Nikkie Tutorials para maquillarte bien. Con un poco de máscara para las pestañas, labial y polvo para controlar el brillo natural del rostro, se consigue una experiencia que puede ser entretenida y gratificante.

En este caso, también es importante la simpleza, recordá que el objetivo es poder sostener dichas rutinas en el tiempo. Además de tener un pequeño kit portátil (neceser) en el que guardes todo para poder retocar lo que aplicaste, solo si te provoca o lo considerás necesario, ya que el glam urbano puede ser algo desenfadado, no se trata de perfección sino de experimentación y de la ritualidad en la preparación. Desde cómo disponés los productos que vas a usar en el baño, hasta lo que escogés para trasportarlos en la mochila.

Tip extra para un glam sutil: aplicar un poco de iluminador en la nariz, frente, pómulos y párpados. Podés hacerlo con los dedos, brochas o pinceles.

El cabello

Una estrategia para que el pelo luzca bien de forma rápida es tenerlo corto, y sí (qué esperabas), porque requiere de menor esfuerzo en el mantenimiento. Aunque bueno, cada cabeza es un mundo. Por ejemplo: podrías tener muchos remolinos que lo hagan todo más difícil, aunque tu cabello sea corto.

Dato curioso de poco interés

Tuve un novio al que le pasaba eso, y no solo le costaba peinarse, también tenía una personalidad “particular”. Tanto así que una peluquera le dijo un día: “Che, pero vos si tenés remolinos debés ser muy indeciso”… y tenía razón.

El cabello II

Por el contrario, si llevás el cabello largo, como yo en esta etapa de mi vida, debés aceptar que tu melena requiere de mayores atenciones y prevenciones para que se vea bien. A menos que seas Ariel y te puedas peinar con cualquier cosa, como un tenedor.

La preparación

Es bueno que le des atención a tu cabello en la noche. Prepararlo unos minutos antes de dormir, para que en la mañana sea menos complicado arreglarlo. Trenzarlo o sujetarlo con varias colitas a lo largo son buenas técnicas para que no se enrede tanto.

También es importante que uses algún sistema para conservar la forma, esa que lograste definir en casa, durante el resto del día. Podría ser un peine, un cepillo, una crema o cualquier otro producto/técnica de peinado que te ayude a retocarlo y así mantenerlo óptimo, ya que los factores climatológicos van a ser todo lo posible para desestimar tu esfuerzo e inspiración, alterando su apariencia.

Al igual que en los apartados de piel y maquillaje de esta nota, es bueno que te acostumbres a llevar dichos ítems de glamour urbano con vos. Guardalos en la mochila o en la cartera. Pero recuerda siempre utilizar versiones pequeñas para aligerar el peso. Probalo.

Los olores

Los olores tienen un fuerte impacto en nuestra vida, por lo que un aliento refrescante y un agradable perfume pueden ser favorecedores al momento de interactuar con otros. Sí, es verdad que todo lo que mencioné tiene un costo, pero hay opciones en el mercado accesibles y que, además, duran mucho tiempo. Así que no es una inversión que tenés que hacer siempre.

Con respecto al aliento, como con el resto de las cosas (el cuerpo y la ropa), la higiene es elemental. Pero después, los chicles de menta u otro tipo de caramelos con diferentes sabores, son buenos aliados. Podés guardarlos en un pequeño estuche que también será parte de tus acompañantes diarios. Sí, parecen muchas cosas, pero cuando juntás todo en un solo lugar se normaliza la situación.

Respecto al perfume, quizás te convenga comprar uno que sea económico pero de buen olor y de presentación chica, aunque los splash o antitranspirantes también ayudan a crear una atmósfera agradable alrededor tuyo.

El hechizo del glamour no debemos pensarlo en función de agradarle a otros sino, más bien, como una estrategia para proporcionarnos un espacio de disfrute y de auto celebración que, inevitablemente, compartimos con otros.