Reflujo: tips para aliviar síntomas

No hay nada más feo que terminar de comer y sentirnos mal, ya sea porque sufrimos de acidez o solemos tener un fuerte dolor a la altura del pecho debido a una sensación de ardor. Estas molestias son típicas del reflujo gastroesofágico, el cual ocurre en el paso del contenido gástrico desde el estómago al esófago por la alteración en los mecanismos de barrera a ese nivel.

Esto no siempre se considera patológico, ya que el reflujo gastroesofágico se produce también en sujetos sanos. La diferencia radica en que, en circunstancias normales, los episodios de reflujo tienen un carácter esporádico, el tiempo de contacto del ácido gástrico con la mucosa esofágica es breve y la resistencia del esófago a los agentes agresivos está conservada. Cuando alguno de estos factores se altera se produce la enfermedad por reflujo gastroesofágico, de tal forma que se define como reflujo patológico aquel que es capaz de producir síntomas o inflamación del esófago.

La pirosis es el síntoma más frecuente del reflujo gastroesofágico: consiste en la sensación de quemazón o dolor a nivel del esternón. Aumenta tras comidas abundantes y si el paciente se recuesta.

También puede aparecer la regurgitación de un material agrio en la boca, dificultad para tragar o dolor torácico. De hecho, el reflujo es una causa muy frecuente de dolor torácico no cardíaco, que a veces puede ser clínicamente indistinto de un dolor torácico debido a un infarto agudo de miocardio.

Estos son mis consejos para aliviar estas molestias y recuperar la integridad de la pared esfofágica:

Evitar acostarse después de las comidas, por lo menos hasta que hayan pasado unas 2 horas desde la ingesta.

No usar prendas ajustadas.

Controlar el sobrepeso.

Evitar o reducir el consumo de tabaco y alcohol.

No realizar comidas muy abundantes y tomar agua fuera de las comidas principales.

Comer despacio y masticar bien los alimentos para dar cierto tiempo al paso de los mismos y para que ya hayan sufrido la mayor ruptura posible en la boca.

Controlar las temperaturas en los platos. Las temperaturas extremas (muy frío como un helado o muy caliente como un guiso) también irritan la pared del esófago y producen dolor.

Evitar las comidas y bebidas que disminuyen el tono del esfínter esofágico inferior (EEI): grasas, fritos, salsas, café, té negro, mate, chocolate, menta, ajo, cebolla, frutos secos, bebidas gaseadas.

Evitar alimentos que irritan la mucosa gástrica: cítricos, tomate, ajo, cebolla, picantes, salazones, jugos, bebidas colas, alcohol.

Evitar agacharse o hacer ejercicio inmediatamente después de comer.

Reducir el estrés.

Ciertos medicamentos también favorecen el reglujo gastroesofágico y se recomienda evitarlos en la medida de lo posible:

Disminuyen el tono del EEI

Estrógenos-Progestágenos.

Anticolinérgicos.

Ansiolíticos.

Antidepresivos.

Antagonistas del calcio.

Agonistas beta.

Antagonistas alfa.

Prostaglandinas.

Calcitonina.

Teofilina.

Efecto irritante sobre la mucosa gástrica

Antiinflamatorios no esteroideos.

Doxiciclina.

Sulfato ferroso.

Vitamina C.

Quinidina.