Según la Fundación de Lupus de América, aproximadamente 1,5 millones de estadounidenses la padecen y, por lo menos, cinco millones de personas en el mundo tienen un tipo de lupus.
Esta patología se caracteriza por una afección crónica en la que la respuesta inmune se encuentra alterada y el organismo produce anticuerpos que reaccionan atacando los órganos y sistemas, causando dolor e inflamación. Factores genéticos, medioambientales y hormonales se asocian a su origen, pero su causa es aún desconocida.
El lupus afecta muchas partes del cuerpo y puede causar muchos síntomas diferentes: afecciones dolorosas, vasculitis, artritis, alteraciones cutáneas, caída del cabello o alopecia, afecciones cardíacas, pulmonares, renales, síndromes cerebrales orgánicos y convulsiones. Asimismo, 9 de cada 10 personas con lupus son mujeres.
Los primeros síntomas incluyen fatiga extrema, sarpullido o afecciones cutáneas y dolor en las articulaciones. Sin embargo, los primeros signos varían mucho de una persona a otra. El lupus eritematoso sistémico (LES) es la forma más común de lupus. Por su parte, el lupus cutáneo es una forma de lupus que se limita a la piel. Además, existe el lupus inducido por medicamentos, causada por ciertos medicamentos y lupus neonatal, que afecta a los bebés de las mujeres que padecen la enfermedad.
Tratamiento tradicional
El tratamiento depende del estado de gravedad y las manifestaciones de la enfermedad. Algunas veces se indican medicamentos antiinflamatorios en altas dosis, antipalúdicos e inmunomoduladores. En casos más severos con riesgo de vida, se usan inmunosupresores como corticoides y citotóxicos. Ambos abordajes poseen efectos adversos como complicaciones gastrointestinales, renales y oftalmológicas.
Acción terapéutica del cannabis
El sistema endocannabinoide juega un papel clave en muchas condiciones fisiológicas y patológicas, y su desregulación se describió en varias enfermedades reumatológicas y autoinmunes, entre las que se encuentra el lupus.
La activación del sistema endocannabinoide se correlaciona con la inhibición de la producción de moléculas proinflamatorias, que se producen para atraer células inmunes al foco de inflamación. Cuando esta actividad se encuentra desfasada, se dañan los tejidos, produciendo los diversos síntomas de esta enfermedad, por lo que su regulación vía sistema endocannabinoide es un blanco terapéutico de relevancia.
El dolor y la inflamación son dos de los síntomas más presentes en el lupus, la acción antiinflamatoria y antioxidante del CBD, la acción analgésica del THC y la gran capacidad antiinflamatoria del THCA mejoran la calidad de vida de las personas que padecen lupus. Las cepas indicadas son las que contengan cantidades equivalentes de THC y CBD.
Finalmente, cabe mencionar que se puede administrar aceite vía sublingual, cogollos vaporizados, crema tópica en las zonas más afectadas y té vía oral.
