Hacer ejercicio físico o practicar un deporte es mucho más que una cuestión estética o de apariencia, es una herramienta fundamental para cuidar nuestra salud cerebral, mental y física. Y esto es así, básicamente, porque el cuerpo y la mente son dos realidades que no se pueden pensar por separado.
Cada vez más se habla de que la mente y el cuerpo son dos caras de la misma moneda. Es decir, son expresiones de un mismo sistema que están en constante interacción. Sí, cada pensamiento o emoción que tenemos repercute en nuestro cuerpo, del mismo modo que nuestro estado físico influye en nuestra salud mental y en nuestro bienestar emocional.
Para cuidar nuestra salud es necesario mantener una buena alimentación, tener una buena higiene del sueño, estar en movimiento y cultivar pensamientos y emociones saludables. Un factor clave para todo ello es practicar ejercicio físico de manera regular.
¿Qué pasa en nuestro cerebro cada vez que nos ejercitamos?
Al realizar ejercicio físico aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, haciendo que mejore nuestro funcionamiento, ayudando, por ejemplo, a tomar mejores decisiones. Practicar regularmente ejercicio físico fomenta la neurogénesis, es decir, la creación de nuevas neuronas, especialmente en el hipocampo. Es un área clave para mejorar la memoria, regular emociones, facilitar el aprendizaje, reducir niveles de ansiedad y depresión, mejorar el estado de ánimo y elevar la autoestima.
Además, estar en movimiento promueve la liberación del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), que es una proteína esencial para la plasticidad cerebral, el aprendizaje y la memoria. Un estudio de la Universidad de Harvard muestra que realizar 30 minutos diarios de ejercicio aeróbico moderado puede aumentar los niveles de factores neurotróficos como el BDNF, esenciales para el crecimiento y la reparación cerebral. Además, promueve la liberación de endorfinas y serotonina, ayudando a la persona a sentirse más tranquila y motivada.
El ejercicio físico es el mejor amigo para cuidar nuestra salud cerebral, mental y física. Hacer ejercicio físico no tiene que considerarse opcional sino esencial para una mejor calidad de vida. Es una necesidad biológica. Nuestras células están diseñadas para trabajar mejor cuando estamos en movimiento.
Hay varios estudios que demuestran que el ejercicio físico realizado de forma regular mejora la función celular, regula las hormonas y reduce el riesgo de enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión, colesterol, entre otras. Como así también enfermedades neurodegenerativas como Alzheimer y Parkinson. Tampoco se puede dejar de mencionar las enfermedades psicológicas como ansiedad y depresión, que también se reducen con la práctica de ejercicio físico.
El objetivo no es que te conviertas en atleta o deportista profesional sino que te regales autocuidado. Cuides tu cuerpo y su mente. El ejercicio físico es el factor que une a estas dos caras de la moneda. Estar en movimiento es clave para cuidar la salud física y mental. No es tiempo perdido, es calidad de vida ganada.
Artículo elaborado por la licenciada Carla Durante.