Derecho a la salud y alimentación saludable

Durante el mes de abril se conmemoran dos fechas significativas que nos llevan a reflexionar sobre la importancia de la salud y el bienestar.

El pasado 6 de abril se celebró el Día Mundial de la Actividad Física, enfatizando la relevancia de mantenerse activo para favorecer la salud física tanto como la mental. Al día siguiente, el 7 de abril, se conmemoró el Día Mundial de la Salud, centrándose en la salud como un derecho universal para todos.

Cada año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece un eje temático para abordar. En esta ocasión, el lema del Día Mundial de la Salud es «Mi salud, mi derecho». Este destaca la importancia de garantizar que todos los individuos del mundo tengan acceso a servicios de salud, educación e información, así como a agua potable, aire limpio, una nutrición saludable y equilibrada, vivienda de calidad y condiciones ambientales y laborales adecuadas para todos.

El Comité de Salud Infantil y Ambiente de la OMS emitió alertas sobre las amenazas que el derecho a la salud enfrenta, afectando a millones de personas debido a crisis económicas, conflictos bélicos y al calentamiento global. En este marco, es esencial reafirmar el compromiso de todos con el bienestar y la salud como derechos fundamentales.

Es en este contexto donde las Guías Alimentarias para la Población Argentina (GAPA) adquieren especial relevancia, proporcionando recomendaciones clave para que todos los individuos que residen en Argentina puedan tener garantizado el acceso a la información para decidir de manera consciente y así poder tener una alimentación saludable que colabore en la prevención del desarrollo de enfermedades crónicas no transmisibles como el sobrepeso, la obesidad, diabetes, hipertensión arterial, entre otras.

A continuación, se mencionan las recomendaciones de las GAPA.

Diversidad alimentaria y actividad física: incorporar diariamente alimentos de todos los grupos de las Guías Alimentarias para la Población Argentina y realizar al menos 30 minutos de actividad física.

Hidratación: consumir 8 vasos de agua segura todos los días.

Frutas y verduras: incorporar a diario 5 porciones de frutas y verduras, en variedad de tipos y colores.

Reducción del consumo de sodio: tanto de la sal como de alimentos con alto contenido de este nutriente crítico para la salud.

Alimentación saludable: limitar el consumo de bebidas azucaradas y alimentos con elevado contenido de grasas, azúcar y sal. Se sugiere que sean de consumo ocasional.

Lácteos y proteínas: incorporar a diario leche, yogur o queso, preferentemente descremados, y optar por carnes magras, pescado e incluir huevo.

Cereales y legumbres integrales: es recomendable sumar a la alimentación diaria legumbres, cereales preferentemente integrales, papa, batata, choclo o mandioca.

Grasas saludables: se sugiere utilizar aceite crudo como condimento y consumir frutas secas o semillas.

Consumo responsable de alcohol: es importante consumir bebidas alcohólicas de forma moderada y responsable, evitando su consumo antes de conducir. Los niños, niñas, adolescentes y mujeres embarazadas deben abstenerse.

Es fundamental recordar que la salud tanto como la alimentación y la actividad física son pilares fundamentales para tener una vida plena y saludable. Al seguir las recomendaciones de las GAPA y reflexionar sobre el lema «Mi salud, mi derecho», se reafirma el compromiso de promover el bienestar en todas sus formas y trabajar conjuntamente para garantizar que cada individuo tenga acceso a los recursos necesarios para cuidar su salud desde todos los ejes que la comprenden.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por la licenciada Florencia Gagliardi.