Cómo cuidar nuestra microbiota

Para comenzar, decimos que dicho término se utiliza actualmente para reemplazar al de “flora intestinal”, que actualmente no se considera acertado, ya que se trata de una población de seres vivos que conviven en el organismo de un ser humano o animal, de hecho, es tan inmensa la cantidad de ellos que se cree que existen más microorganismos que células en nuestro cuerpo.

Llamamos microbiota al conjunto de microorganismos vivos (hongos, parásitos, virus, bacterias) que, cuando conviven de manera equilibrada, confieren beneficios para la salud del huésped (organismo).

La mayor parte de estos microorganismos se encuentran en la intestino (delgado y grueso). Y, desde allí, se comunican por distintas vías con el resto de los sistemas del cuerpo humano. Cumpliendo así, múltiples funciones (síntesis de vitaminas, protección inmunológica, regulación hormonal, regulación de la funciones del sistema nervioso entre muchas otras). Por lo que cuidar de ella, actualmente se considera tan importante como cuidar la salud de cada parte de nuestro cuerpo.

El conjunto de estos microorganismos, microbiota, se puede encontrar en cualquier parte y sistema del organismo humano, órganos, piel, mucosas, cada parte tiene su microbiota específica que, cuando se desequilibra por alguna razón, pueden comenzar a notarse problemas, enfermedades o trastornos.

En la actualidad, la microbiota es considerada como un «segundo cerebro», ya que en ella se encuentran gran cantidad de neuronas que regulan las funciones y se comunican bidireccionalmente con el sistema nervioso central, relacionándose de forma continua con este, es decir, se considera un órgano en sí mismo.

Principalemente, nos preguntamos….¿de qué manera podemos comenzar a cuidarla?

A continuación, existen 4 ejes fundamentales sobre los cuales estar atentos para colaborar en su cuidado: alimentación, actividad física, entorno (lugar físico donde se vive) y estrés.

Alimentación

En cuanto a este punto, es fundamental tener en cuenta los siguientes consejos: especialmente, es importante, eliminar o bajar al mínimo el consumo de ultraprocesados (productos alimenticios industriales con elevada carga de aditivos e ingredientes poco saludables: excesos de azúcares refinados, grasas saturadas, sodio, edulcorantes, cafeína); aumentar el consumo de frutas y verduras, alimentos integrales (harinas, cereales, legumbres), carnes blancas magras, y grasas vegetales, disminuyendo las animales, el incrementar la cantidad de fibra de la alimentación, ayudará a alimentar las bacterias benéficas que se encuentran en nuestro intestino especialmente; incluir algún producto fermentado (yogur, kéfir, masa madre), legumbres germinadas, lo que beneficiará la salud de la microbiota aportando una carga extra de probióticos; hidratarse correctamente con agua, evitando el exceso de infusiones, sin incluir gaseosas o bebidas comerciales edulcoradas o azucaradas.

Actividad física

El movimiento corporal ayudará a la regulación de hormonas y neurotransmisores que favorecen un mejor funcionamiento de los microorganismos que componen nuestra microbiota.

Entorno

El poder estar en contacto con la naturaleza, nos provee un ambiente más enriquecedor desde el punto de vista de diversidad microbiana. Para así, ayudar a mantener de una mejor manera el equilibrio de la  microbiota, ya sea estando en contacto con animales, vegetación, diferentes climas, lo que pondrá a trabajar también a nuestro sistema inmune.

Estrés

Mantener niveles de estrés bajos ayudará a que el funcionamiento de la microbiota sea mucho más armónico y equilibrado. Realizar prácticas que nos resulten placenteras y relajantes son muy beneficiosas (actividad física, deportes, yoga, meditación, charlas con amigos, reuniones familiares, conocer lugares nuevos, hobbies).

Es fundamental también tener en cuenta que respetar las horas adecuadas de sueño colaborará a reducir los niveles de estrés, sin duda, con el consiguiente beneficio para mantener una microbiota equilibrada.

Por todo lo visto, es fundamental ocuparse de a poco, de a una cosa por vez, para poder lograr estos objetivos y vivir de manera más saludable y armónica. Contar con profesionales de la salud, actualizados en este tema, es muy importante a la hora de sentirnos acompañados durante el recorrido de una vida saludable.

Artículo elaborado especialmente para puntocero por la licenciada Mariana Laura Pérez.